Una patrulla de la policía  iraquí encontró el pasado lunes 16 de mayo en Kirkuk el cuerpo sin vida  de un joven cristiano,
 Ashur Issa Yaqub (escrito también Jacob), de 29  años, casado y con tres hijos. El cadáver estaba horriblemente  desfigurado.
Según declaró a la 
Agence France-Presse (16  de mayo) el jefe de la policía de la provincia de Kirkuk, el mayor  general 
Jamal Taher Bakr, los asesinos casi cortaron completamente la  cabeza a la víctima. El jefe del departamento de Sanidad de la  provincia, 
Sadiq Omar Rasul, confirmó el lúgubre hecho, y añadió que el  cuerpo de Yacub presentaba 
"signos de tortura y mordeduras de perros".Detalles aún más escalofriantes fueron proporcionados por la 
Assyrian  International News Agency (16 de mayo). A Yacub se le arrancaron  los ojos de las órbitas y se le cortaron las orejas. Como si no fuese  suficiente, la pobre víctima fue encontrada con el rostro desollado.
Yacub, que trabajaba para una empresa de construcción, fue raptado  tres días antes, es decir, el sábado 14 de mayo, siempre en Kirkuk,  capital de la homónima provincia petrolífera situada en territorio  kurdo, a unos 250 km al norte de la capital iraquí, Bagdad.
Los raptores, que según la policía pertenecen a una célula de la red  terrorista de Al Qaeda, habían pedido a la familia de la víctima un  rescate de 100.000 dólares, pero según una fuente de 
AsiaNews (16  de mayo) las negociaciones 
“no llegaron a buen fin”. De hecho, 100.000  dólares es una cifra muy alta para un país donde, según AFP, la  retribución media diaria de un obrero de la construcción equivale a 21  dólares.
Según refirió a 
Compass Direct News (18 de mayo) un pastor  evangélico, antes del secuestro, unos desconocidos se dirigieron al  dueño de la empresa de Yacub, intimándole a despedir al obrero
 “porque  era un cristiano, pero él se negó”.
Tratándose de un empresario rico pero inalcanzable – explicó el  pastor, que por motivos de seguridad ha querido mantener el anonimato –  raptaron y por desgracia también asesinaron a Yacub.
El homicidio, considerado "bestial" y "un crimen horrendo contra la  religión, la nación y la humanidad” por el secretario general de la  Unión de estudiantes y jóvenes asirio-caldeos, 
Kaldo Oghanna, ha  afectado profundamente a la comunidad cristiana. 
"Es una situación muy  grave, y todos, la juventud, se sienten sin esperanza”, dijo el líder  cristiano a 
Compass.
Durísima ha sido también la condena por parte del arzobispo caldeo de  Kirkuk, 
monseñor Louis Sako.
 "Ningún hombre que crea en Dios y tiene un  respeto por la vida puede cometer semejantes actos”, declaró en una  primera reacción el prelado, que habló de un 
“gesto inhumano” (
AsiaNews).
El arzobispo está convencido también de que el obrero fue secuestrado  por dinero. 
“Ha sido raptado por dinero. Esto sucede, pero normalmente  los raptores no torturan y matan de esta forma”, explicó monseñor Sako  en una conversación telefónica con 
Compass Direct News.
"Es como si fuesen animales", prosiguió.
 "Lo mataron inmediatamente  para asustar a la gente de Kirkuk y mandar el mensaje de que si son  raptados tienen que pagar".En cambio, para el diputado cristiano 
Imad Yohanna, también de  Kirkuk, Yacub fue raptado a causa de su pertenencia a la comunidad  cristiana.
Según Yohanna – recoge la agencia 
Associated Press (14 de  mayo) -, los cristianos son objetivos “fáciles” porque normalmente pagan  el rescate sin oponerse, al contrario que las tribus árabes, que no  dudan en recurrir a las armas para liberar a las personas secuestradas.
Aunque monseñor Sako duda de que se trate de un gesto anti-cristiano,  teme sin embargo que el brutal asesinato de este padre de familia  empujará a muchos cristianos a abandonar la ciudad.
"En Kirkuk, poquísimas familias habían dejado la ciudad, pero esto es un  shock. Creo que después de esto se irán, porque esto es muy serio",  dijo el arzobispo a 
Compass.
Lo sucedido corre el riesgo por tanto de alimentar el incesante flujo  migratorio del Iraq de los cristianos o “asirios”, como también se les  llama. Un nuevo informe (
1) realizado por el 
Assyria Council of  Europe (ACE) - un organismo independiente que intenta aumentar  dentro de la Unión Europea la sensibilidad por la situación de los  cristianos iraquíes – confirma de hecho el dramático descenso del número  de cristianos en el país.
Entre 2004 y 2010, más del 60% de la comunidad asiria ha abandonado  Iraq a causa del clima de terror y los continuos ataques contra  objetivos cristianos. Con una población estimada en torno a los 2  millones, los asirios – conocidos también como sirios y caldeos –  constituían en 2004 (es decir, el primer año tras la caída de Saddam  Hussein) aún el tercer grupo más numeroso de Iraq. Hoy, reafirma el  informe, este número oscila entre 400.000 y 600.000.
Según los datos del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los  Refugiados (ACNUR o UNHCR), el 13% de todos los prófugos iraquíes  registrados en Siria, Jordania, Líbano, Turquía y Egipto son cristianos.  Por su parte, la agencia AINA calcula que hasta el 40% de los  redugiados iraquíes en Siria y Jordania es de origen asiria. Además, los  desplazados internos en Iraq son unos 2,8 millones, de los que el 5%  son cristianos.
El informe revela además que (al menos) 87 asirios han sido  asesinados en el periodo que va desde enero a diciembre del año pasado,  un dato que transforma el 2010 en el segundo año más sangriento tras el  2004 (115 víctimas). Mientras que el mayor número de incidentes se  registró en la tercera ciudad de Iraq, Mosul, la ciudad con más alto  número de cristianos muertos es la capital Bagdad, esto a causa del  ataque terrorista del 31 de octubre pasado contra la catedral  siro-católica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
El clima de inseguridad y el extremismo afectan en particular a  mujeres y niños pertenecientes a las diversas minorías, que según la  organización 
Minority Groups International representan 
“el  sector más vulnerable de la sociedad iraquí”. No llevar el velo islámico  (hijab) o vestirse a la occidental significa problemas para las  mujeres.
Como indica el informe del 
Assyria Council of Europe, ni  siquiera en los campos de refugiados las mujeres y las jóvenes  cristianas están seguras: están muy expuestas a la trata de seres  humanos y a la explotación sexual, o son obligadas a prostituirse.
"Hoy la situación en Iraq es compleja", declaró 
Oghanna (
Compass  Direct News)
."Tememos – prosiguió el secretario general de la 
Chaldo-Assyrian  Student and Youth Union – que los días que vendrán serán duros  para nosotros los cristianos". Es de esperar que se equivoque...