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1 marzo 2018

«Si no nos ayudan, significará que no habrá más presencia cristiana en Irak»

By ABC
Pedro Ybarra

Ser cristiano hoy en Irak significa «tener muchas dificultades para vivir la fe de modo justo y pacífico. Por esta fe hay que sufrir persecución y también tener que llegar a ser refugiado», a firma el padre Salar Kajo, sacerdote caldeo-católico nacido en Algosh (Irak) en 1982. Tercero de cinco hermanos, tras estar trece años alejado de su ciudad (seis años en el seminario de Bagdad y siete en Roma, donde se doctoró en Derecho Canónico Oriental), es actualmente párroco de San Jorge, en Telleskuf (Llanura de Nínive) y director del Comité de reconstrucción de la región en la que predicó el profeta Jonás.

¿Cómo se vive hoy en Telleskuf?
Ha empezado a ser reconstruida y los habitantes están regresando. Allí el progreso de la reconstrucción es más evidente con el 67,37% del proceso completado y 4.378 cristianos ya han vuelto.
¿Cómo se encuentra su parroquia?
Atendemos a más de 250 personas en una ciudad en la que antes del Daesh vivían 1.450 familias. Ya han regresado 970 familias de cristianos. Está regresando mucha gente, allí está su vida, su casa, su idioma, su identidad... todo. Tras el Daesh todo quedó destruido, de allí se fue todo el mundo. La iglesia también fue saqueada, profanada y destruida, pero afortunadamente ya está reconstruida. Hace dos meses la pudimos inaugurar.
¿De dónde llegan?
Cuando ocupó el Daesh la ciudad en 2014, los cristianos se refugiaron en el Kurdistán iraquí y en Bagdad, donde permanecieron hasta noviembre de 2016. Fueron casi mil familias que se quedaron en el norte de Irak y que ahora han vuelto. Las otras 480 familias permanecen como refugiados, la mayoría en Alemania, Suecia, Francia, Holanda o Estados Unidos.
Tras Barcelona y antes de Madrid, viene a Sevilla...
Visité Sevilla hace tres años y ahora vengo para explicar la situación actual de los cristianos y las minorías en Irak tras la liberación de las ciudades y pueblos de Daesh.
Y por casualidad coincide en el aeropuerto de Barcelona con los participantes en el Mobile World Congress...
Es un contraste muy fuerte. Lo que ocurre en Irak no se puede comparar con lo que ocurre en ningún otro país. Todo es diferente.
¿Qué mensaje trae a Sevilla?
Como cristianos, tras la liberación tenemos ganas de reconstruir nuestro país y nuestros pueblos. Hemos empezado la reconstrucción y a regresar. Es una señal de fe profunda y una esperanza de empezar una vida en normalidad y continuar con la presencia en una tierra histórica del cristianismo. También para dar gracias a los benefactores que han ayudado durante los tres años de ocupación, y han continuado después, para reconstruir las ciudades y hacer posible el regreso.
¿Se ha movilizado la iglesia para ayudar a los cristianos de Irak?
De hecho, la única ayuda que hemos tenido ha sido de la Iglesia o a través suya, porque el Gobierno iraquí y el Gobierno local kurdo no han hecho nada por nosotros.
¿Regresan muchos?
Está volviendo mucha gente. Católicos, ortodoxos... Son cristianos, nos hablamos en nombre del cristianismo. Los ritos están sólo en el interior de las iglesias donde se celebra la liturgia. Fuera, trabajamos juntos por el cristianismo.
¿Como viven los cristianos iraquíes la situación actual?
Los cristianos tenemos la costumbre de perdonar. Por ello han empezado la normalidad de la vida en estos pueblos, quieren olvidar todo y empezar desde cero. Quieren garantizar que en el futuro no se repita esta historia.
¿Cómo se puede ayudar desde Sevilla a los cristianos de Irak?
Más que ayudar, apoyar. No sólo con el dinero, sino con la oración para que la presencia del cristianismo continúe en esta tierra. Para ello hay que reconstruir colegios, casas y las iglesias. Si no nos ayudan, significará que no habrá más presencia cristiana en Irak. La raíz del cristianismo empieza en Oriente Medio y queremos continuar la historia y vivir allí. Esto no podemos hacerlo solos sino con la ayuda de los hermanos que están aquí.